- Las batas quirúrgicas deben obtener una notificación 501(k) previa a la comercialización o cumplir la norma EN13795, ya que están clasificadas como equipos médicos de clase II. Estas batas médicas de protección deben cumplir unas normas de calidad muy estrictas porque están sujetas a la normativa de la FDA en Estados Unidos. Cualquier profesional médico que realice una intervención quirúrgica debe llevar uno de ellos para protegerse a sí mismo y al paciente de la propagación de bacterias patógenas, fluidos corporales y otros elementos potencialmente peligrosos.
- Las batas quirúrgicas pueden fabricarse con o sin refuerzo. Las batas quirúrgicas sin refuerzos son menos fiables y están fabricadas para operaciones con contacto de fluidos de bajo a moderado. Para las operaciones quirúrgicas más invasivas y exigentes, las batas quirúrgicas reforzadas proporcionan una mayor protección en algunos puntos cruciales.
- Desde los hombros hasta las rodillas y las muñecas, las batas quirúrgicas cubren y actúan como barrera para estas zonas sensibles. Normalmente, para crear batas quirúrgicas se utilizan mangas remetidas o mangas raglán. Hay batas quirúrgicas con y sin toallas.
- El SMS es el principal tejido utilizado en las batas desechables; es suave, acogedor y transpirable para que los médicos se vistan con él. Dos capas de polipropileno meltblown crean una barrera microbiológica superior, mientras que tres capas de polipropileno spunbond garantizan una flexibilidad y una drapeabilidad excepcionales, una gran resistencia a la abrasión y un tacto similar a la tela.