- Las toallitas quirúrgicas fenestradas actúan como barrera protectora durante la cirugía, impidiendo la transferencia de microorganismos y agentes patógenos entre el paciente y el entorno circundante, ayudando así a mantener un ambiente estéril. Las toallitas para cavidades quirúrgicas se clasifican además según sus propiedades funcionales. Las sábanas de cavidad quirúrgica tienen un alto índice de evaporación del agua, son muy cómodas sobre el cuerpo y tienen una magnífica adherencia a los bordes de la herida. Las sábanas quirúrgicas generales pueden adaptarse a distintos procedimientos habituales y pueden dar cabida a posibles problemas como el lavado de fluidos o grandes cantidades de sangre. La sábana ortopédica mantiene una zona estéril durante todo el procedimiento y puede soportar una manipulación pesada durante el mismo.
- Existen algunas prácticas estándar para el uso de sábanas quirúrgicas. Dado que las sábanas forman una barrera entre la zona quirúrgica y la zona potencialmente infectada, sólo deben utilizarse sábanas estériles en zonas estériles. Así se evitan las fugas de las zonas no estériles a las estériles. La lámina de la cavidad no debe tener agujeros, perforaciones ni desgarros, ya que cualquier alteración de la integridad de la barrera microbiológica dará lugar a contaminación.
- Las sábanas quirúrgicas desechables dan la impresión de limpieza. El uso de toallitas y sábanas desechables da una impresión de profesionalidad. Están limpias, ordenadas, higiénicas y listas para su uso. La mayoría de las sábanas y batas quirúrgicas desechables se fabrican con polipropileno, un subproducto de la industria petroquímica que puede reciclarse. Son más respetuosos con el medio ambiente que otros líquidos y productos químicos utilizados en el proceso de lavado. Los productos quirúrgicos desechables también ayudan a gestionar el presupuesto, ya que tienen un valor constante y cuantificable.